Es como un viento que no sopla, o una nube que no llega a descargar.
Y no quiero mirar al oeste.
Si el sol está saliendo me ahogaré en la penumbra de mi sombra; si se está poniendo, me cegará el alma.
No puedo evitar arrastrar a quien me quiere a esos desastres, en vez de agarrarme y salir a la luz.
Pero es que ahora vivo en ellos, y me apereza abandonar mi hogar... A lo mejor algún rescoldo prende y su fuego me persigue donde quiera que esté...
Cuando los labios saben más a veneno que a miel, y en las yemas de los dedos las espinas florecen sin esperar primavera alguna, los abrazos son esos arrastres, y los besos, la sensación de pertenecer a un lugar equivocado...
Si lo siento así, es lícito querer huir.
Lo que uno hace, al principio puede estar bien, pero al final, no; luego al principio pudo estar mal.
No quiero perder de vista lo que fue, pero tampoco olvidar lo que es...
- - -
El gatuperio lolón...
Y no quiero mirar al oeste.
Si el sol está saliendo me ahogaré en la penumbra de mi sombra; si se está poniendo, me cegará el alma.
No puedo evitar arrastrar a quien me quiere a esos desastres, en vez de agarrarme y salir a la luz.
Pero es que ahora vivo en ellos, y me apereza abandonar mi hogar... A lo mejor algún rescoldo prende y su fuego me persigue donde quiera que esté...
Cuando los labios saben más a veneno que a miel, y en las yemas de los dedos las espinas florecen sin esperar primavera alguna, los abrazos son esos arrastres, y los besos, la sensación de pertenecer a un lugar equivocado...
Si lo siento así, es lícito querer huir.
Lo que uno hace, al principio puede estar bien, pero al final, no; luego al principio pudo estar mal.
No quiero perder de vista lo que fue, pero tampoco olvidar lo que es...
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El gatuperio lolón...
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