>Si nunca rompes un racimo de uva en el lagar,
>Nunca tendrás un vaso de vino sobre tu mesa.
No rompas la cáscara del huevo,
siempre podrás zurcir algún que otro calcetín.
>Si nunca te arriesgas a perder,
>Nunca te das la oportunidad de ganar.
No juegues si no ganas,
siempre te asegurarás algún éxito.
>Si nunca afrontas la pena de partir,
>Nunca conocerás la alegría del regreso.
No partas,
siempre recibirás a los pocos fracasados.
>Si nunca sufres muriéndote en la siembra,
>Nunca te gozarás renacido en la cosecha.
No sufras en la siembra,
siempre puedes suicidarte.
>Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa,
>Nunca saborearás el alivio del perdón.
No te arrepientas,
siempre pesa menos la culpa que el perdón que no llega.
>Si nunca mueles los granos de tu trigo,
>Nunca conocerás el sabor del pan.
No avientes el grano,
siempre se lo llevará el viento.
>Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres,
>Nunca descubrirás la alegría de ser como puedes ser.
No afrontes ningún miedo,
siempre serás un cagón.
>Si nunca estás dispuesto a dejar todo lo que tienes,
>Nunca sentirás que lo tienes libremente.
No apartes el ojo de lo que es y no es tuyo,
siempre estarás vigilado.
>Si nunca estás dispuesto a morir por una causa,
>Nunca sabrás para qué vives.
No te dispongas a morir,
siempre te podrás llevar la sorpresa a ninguna parte.
>Si nunca encaras tu pena y dejas de reír para llorar,
>Nunca conocerás la dicha del que deja de llorar para reír.
No encares ni dejes de reir, ve por detrás,
siempre pillarás a todo el mundo sobre aviso.
>Si nunca te arriesgas a cruzar el río,
>Nunca sabrás lo que te aguarda en la otra orilla...
No cruces ningún río,
y siempre te quedarás en mi orilla...
- - -
>René Trossero
El gatuperio refutable
* * *
¡Coño de refutación!