lunes, 10 de agosto de 2009

Bajo la concha

En la playa, bajo una concha encontré la boca de una botella enterrada, cerrada con un tapón de corcho. La desenterré, le sacudí la arena y la limpié cuidadosamente. Cuando miré al trasluz pude observar como en su interior se acartonaba un papel. Abrí la botella, lo saqué, y ahíto de emoción contemplé largamente unos dibujos que había, maravillosamente finos y seguros de trazo. Casi al final, leí estas palabras: «En la playa, bajo una concha encontré la boca de una botella enterrada...»

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El gatuperio a cinco voces

1 comentario:

  1. Tal vez esos dibujos eran las líneas isófenas que conectan tus ojos con los míos, tus dedos con mis dedos, al otro lado de la pantalla y el teclado. Y más cosas.

    Nunca nunca había leído algo tan bonito para mi. Gracias. GRACIAS....

    La segunda voz, con su timbre desafinado por armónicos ataráxicos

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