Con el agua hasta el ombligo y los pies enterrados en la arena me dijiste que eras una extraña. «Me da igual, más adelante serás una extrañada» contesté.
Y sucedió que mientras te secabas sobre la toalla a la luz del atardecer, te empecé a extrañar. Y mientras te sacudías la arena de los pies; y mientras ponías mar de por medio...
Y esa noche, mientras el sueño me engañaba y me convencía de que aún seguías a mi lado, te extrañé por completo.
¿Y qué me queda ahora? Saber que los dos teníamos razón, solo que tú eres capaz de hablar en presente y yo lo confundo con el futuro.
Mejor así.
- - -
El gatuperio desentrañante
Y sucedió que mientras te secabas sobre la toalla a la luz del atardecer, te empecé a extrañar. Y mientras te sacudías la arena de los pies; y mientras ponías mar de por medio...
Y esa noche, mientras el sueño me engañaba y me convencía de que aún seguías a mi lado, te extrañé por completo.
¿Y qué me queda ahora? Saber que los dos teníamos razón, solo que tú eres capaz de hablar en presente y yo lo confundo con el futuro.
Mejor así.
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El gatuperio desentrañante
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