—¿Qué otro, gatuperio?
—Otro. Otro otro. Un otro empático y simétrico asomado a un espejo que no le refleja sino que le devuelve un gatuperio...
- - -
El gatuperio temeroso
En el diccionario está todo lo que debes saber. Si no llegas más allá, mejor no sigas leyendo... (Y ojo, en el diccionario tampoco estará lo que te falta...)
Desde su campanario, con la precisión del que no tiene corazón, habla inexorable palabras cortas y profundas que describen un tiempo que no va a volver y que no hemos vivido lo suficiente.
Esta tarde angosta, de sol pegajoso y aire esquivo no va a tener más piedad que otras tardes, ni menos...
Algunos atardeceres, de puro rojo, casi me convencen de que las toca un demonio con cuerpo de sacristán...
- - -
El gatuperio impaciente
Pero así como tenías una arena blanca y fina, no era tuya. Y a años hubo más, y menos. Y esa orilla cuajada de ojos de santa Lucía avanzaba y retrocedía a la medida de los caprichos del invierno.
Siempre fuiste la playa en la que les crecían las piernas a las sirenas y los cangrejos ermitaños podían dejar los zapatos a la puerta de sus caparazones cuando se retiraban a dormir..
Por eso, ahora que paseo por aquí se me clavan algas secas cada vez que recuerdo que sigo solo...
- - -
El gatuperio paguroideo