Cuando, harto de esperar, veas pasar el cadáver de tu enemigo, sabrás que no habrás perdido, pero también te quemará ser consciente de no haber ganado.
Y tu cuerpo entumecido rechinará sin el aceite de la adrenalina que le has negado como si lamentara haber perdido el tiempo viendo los toros cobardes desde la barrera. Dalo por hecho.
Entonces ya podrá volver a oscurecer como solía antes de tener quiebros con nadie, pero te dará igual porque la quemadura de la conciencia te torturará con la idea de la inexistencia de un mañana.
Por eso deberías haber luchado a su debido tiempo, para que momentos como ese no llegaran jamás.
Entonces «mientras» ya será un adverbio que carezca de los marcadores temporales necesarios para plenamente significar «entre tanto». Piensa que cualquier cosa que hagas podrá ser para mientras
Piénsalo...
- - -
El gatuperio apaciente
Y tu cuerpo entumecido rechinará sin el aceite de la adrenalina que le has negado como si lamentara haber perdido el tiempo viendo los toros cobardes desde la barrera. Dalo por hecho.
Entonces ya podrá volver a oscurecer como solía antes de tener quiebros con nadie, pero te dará igual porque la quemadura de la conciencia te torturará con la idea de la inexistencia de un mañana.
Por eso deberías haber luchado a su debido tiempo, para que momentos como ese no llegaran jamás.
Entonces «mientras» ya será un adverbio que carezca de los marcadores temporales necesarios para plenamente significar «entre tanto». Piensa que cualquier cosa que hagas podrá ser para mientras
Piénsalo...
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El gatuperio apaciente
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