¿Qué más quieres de mí?
Ya no sé qué más depositar en la bandeja de tu capricho infinito, ya no lo sé...
Bien sabes que incluso, cuando te duermes, las cicatrices de la bóveda abandonan sus órbitas elípticas y se entrecruzan formando complicados arabescos para que te sientas todavía más reina mora y más favorita, si cabe, en el alcázar de mis sueños.
Sí, he llegado a arar el fondo de la Luna para tus desplantes, y casi tengo listo un sistema de riego a base de lágrimas de impotencia y lluvias calladas de mayo...
Mmmmm, las margaritas de tus besos... ¿esperarás a que florezcan o a que revienten?

Toma, deshoja...
- - -
El gatuperio exangüe
Ya no sé qué más depositar en la bandeja de tu capricho infinito, ya no lo sé...
Bien sabes que incluso, cuando te duermes, las cicatrices de la bóveda abandonan sus órbitas elípticas y se entrecruzan formando complicados arabescos para que te sientas todavía más reina mora y más favorita, si cabe, en el alcázar de mis sueños.
Sí, he llegado a arar el fondo de la Luna para tus desplantes, y casi tengo listo un sistema de riego a base de lágrimas de impotencia y lluvias calladas de mayo...
Mmmmm, las margaritas de tus besos... ¿esperarás a que florezcan o a que revienten?

Toma, deshoja...
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El gatuperio exangüe
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