..me acariciaba el levante recordándome a Ibn al-Zaqqāq:
Luego, mientras nos mirábamos a los ojos, devolvimos los cuchillos a sus tahalíes con el beso que precedió al frenesí del deseo.
Y la amistad se dio por pagada porque de la oración surgió un camino hacedero para comunicar con el infierno.
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El gatuperio desde la rauda
De vuestro lado me robó la muerte, inexorable ley de los humanos. En ella os precedí; pero, a la postre, no tardaremos en hallarnos juntos. Decid, por vida vuestra y por mi sueño: ¿No fue nuestro vivir una delicia? Ore por mí quien por mi tumba pase, y pague a la amistad la fe jurada.
Luego, mientras nos mirábamos a los ojos, devolvimos los cuchillos a sus tahalíes con el beso que precedió al frenesí del deseo.
Y la amistad se dio por pagada porque de la oración surgió un camino hacedero para comunicar con el infierno.
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El gatuperio desde la rauda
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