jueves, 8 de mayo de 2008

Casi sin darme cuenta...

..me acariciaba el levante recordándome a Ibn al-Zaqqāq:
De vuestro lado me robó la muerte, inexorable ley de los humanos. En ella os precedí; pero, a la postre, no tardaremos en hallarnos juntos. Decid, por vida vuestra y por mi sueño: ¿No fue nuestro vivir una delicia? Ore por mí quien por mi tumba pase, y pague a la amistad la fe jurada.

Luego, mientras nos mirábamos a los ojos, devolvimos los cuchillos a sus tahalíes con el beso que precedió al frenesí del deseo.

Y la amistad se dio por pagada porque de la oración surgió un camino hacedero para comunicar con el infierno.

- - -

El gatuperio desde la rauda

No hay comentarios:

Publicar un comentario