sábado, 13 de septiembre de 2008

cientotrece

Así, escrito todo de un tirón, sacudiéndonos el yugo del sistema decimal.



Porque cuando nos presida ese número no vamos a necesitar los dedos para nada.

Admiremos la gracia del cantero; tras cincelar nuestro cientotrece lo prometió a las legañas del tiempo, y a ello se le dedica: a procurar que, cuando abramos los ojos, el sueño que hayamos dormido en su fonda haya sido el de justos...

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El gatuperio con la gubia entre los dientes

2 comentarios:

  1. En la aritmosimbología de Allendy el número trece representa un principio de actividad tres, ejerciéndose en la unidad de un todo diez que lo contiene y que, en consecuencia, lo limita.

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  2. Curiosamente, la página 1012 de mi Diccionario de los Símbolos de Chevalier y Gheerbrant dice lo mismo...

    Hay que digerir, no regurgitar.

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