El gatuperio se está preguntando últimamente si hay algo más triste que irse a dormir sin nada que soñar. Le aterra el vacío del sueño y su falta de color, y duerme sin dormir y cuando duerme, finge soñar para no caer en la nada.
Algunas veces, cuando más profundamente finge, consigue dormirse y si llega a soñar algo no lo recuerda al día siguiente.
Y en eso está, en sacudirse la angustia.
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El gatuperio ansiado