Uno no elige quién o quiénes le gustan; en todo caso puede elegir a quién gustar.
Pero debe tener presente dos cosas. La primera es que puede o no conseguirlo.
—¿Y la segunda?
—¿Qué segunda?
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El gatuperio a la luz del farol
Pero debe tener presente dos cosas. La primera es que puede o no conseguirlo.
—¿Y la segunda?
—¿Qué segunda?
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El gatuperio a la luz del farol
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