La noche es todavía más caliente que el día, sólo las sombras marcan la diferencia entre las tres y las tres. Unas acusan, otras encubren...
Mientras, la conversación zarpa hacia la semiótica discursiva hasta que escolla:
—Siempre que leo me gusta pensar en qué situación estaba esa persona para escribir algo así.
—Si está bien escrito no se necesita pensarlo, directamente se siente de esa manera.
—¿Tú aún lo piensas?
—Depende. Si no, callo.
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El gatuperio escollado
Mientras, la conversación zarpa hacia la semiótica discursiva hasta que escolla:
—Siempre que leo me gusta pensar en qué situación estaba esa persona para escribir algo así.
—Si está bien escrito no se necesita pensarlo, directamente se siente de esa manera.
—¿Tú aún lo piensas?
—Depende. Si no, callo.
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El gatuperio escollado
¿"Escollar en su primera acepción o en la segunda? Hay diferencia.
ResponderEliminarQuien calla otorga. A veces el silencio es la mejor opción.
ResponderEliminarSí, quien calla otorga. Pero ¿qué otorga? ¿Un sí, un no o un todo lo contrario?
ResponderEliminarEl silencio es la mejor opción según el proverbio árabe que dice que no hay que romperlo si lo que se va a decir no va a ser más bello que el propio silencio. Pocas cosas son más bellas que él.
A veces también el silencio es la opción de los cobardes o de los que no tienen nada qué decir. Ante eso, no hay duda, el silencio es mucho mejor.
Aunque claro, con el silencio se le da la razón al profesor de Harvard...
·Un punto rosa, acumulación de locura.
ResponderEliminarMe duele mucho una tilde...
ResponderEliminarQué pena que solo (o sólo) te duela una tilde. A veces quedarse en la forma dice mucho del que lo hace.
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