miércoles, 21 de octubre de 2015

Abanicos


El viaje es largo, no en relación al tiempo o al espacio, sino al ansia. Comenzó ya al sopesar su posibilidad, y todavía no ha terminado. Uno no sabe si otro viaje marcaría un final o se le solaparía. No es que deba acabar, ni que tal se persiga; no afecta, ni obsta... Y como hablamos de dos sobre uno, podríamos hablar de tres sobre dos, cuatro sobre tres... «Ene sobre ene menos uno» que dirían los que suelen atreverse a topografiar el infinito, aunque de puro cuadrado no viajen realmente.

—Yo no viajé.
—Tú contienes mi infinito.

- - -

El gatuperio mabelino

sábado, 17 de octubre de 2015

Patucos

En su periplo, el gatuperio a veces recala en lugares insospechados y, consciente de sus deudas, incluso disfruta en ellos.

Y es justo rendirles homenaje...
—Yo también te quiero.
Pero no como quien venera un tesoro,
que tiene escondido y sólo contempla.
Te quiero como quien aprecia una prenda de ropa y siempre la lleva,
o quien lee siempre el mismo libro o autor,
o quien siempre toma los mismos caminos...
—¿O como a unos patucos?
—Sí, te quiero como a unos patucos.
Te quiero como se necesita aquello que sabes que te hace sentir bien, tranquilo y a gusto contigo mismo.
Y para eso te lo escribo,
para poder volver a ti siempre.
- - -

El gatuperio ñoño