domingo, 30 de marzo de 2014

nuevedejuniodemilnovecientosesentayseis

Una mañana de domingo lluvioso recuerdas un miércoles cualquiera y un poema...
IIXIIXII

Ya no vale acordarse
del camino que tomaste
para llegar hasta aquí,
del color del cielo
antes de que te anocheciera,
de las manos que te acariciaron
mientras ibas partiendo,
de las lágrimas que inundaron
las calles de mis pasos.
No vale. Es querer abarcar nada.

Y el disco que sonaba, finaliza... Y sobreviene un silencio sucio.

[...]

—No es por ese nada, pero sigues igual de solo.
—O peor...

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El gatuperio memoroso

jueves, 20 de marzo de 2014

Sacio

Fiera atalayada, lo que corroe al gatuperio no es una herida o una llaga, ni siquiera es una estría. No será cicatriz, por supuesto, pero empieza a ser otro camino espirado que nadie querrá recorrer tras descubrirlo entre las sábanas.

Fiera que no sabe qué acecha pese a acechar satisfecha, con su presa caliente todavía. Desencadenada y sin collar, no acaba de escapar ni de irse lejos.
—¿Lejos de qué?
—Lejos de sí.

Habrá que volver a sembrar baobabs...

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El gatuperio renuente