Hablar del capricho no es signo de nada. Ni siquiera retorciendo un poquito a Pierce podemos pensar que es indicio o icono...
Hablar del capricho es hablar del encaprichado, de su realidad paralela, de sus conceptos torturados para extraerles hasta la última gota de sus semas...
- - -
El gatuperio arriesgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario