sábado, 1 de mayo de 2010

Diálogo del tirabuzón

Uno dice lo que piensa porque si no lo pensase no lo diría. Otro rebate que si dice lo que piensa, piensa lo que dice. Y un otro otro (que es uno pero otro que no es otro) recuerda que puede ser que se piense lo que se dice cuando se dice, pero ello no implica que se haya pensado antes.

—Oye, para —dice otro—, que me estoy perdiendo.
—¿Dónde te has perdido?
—Es que ahora no sé si soy uno u otro, o el otro que es uno.
—Tú eres otro. Y yo soy uno y un otro.
—Vale, sigue.

Un otro dice que si lo que dice lo hubiera pensado, otramente lo diría antes; otrantes.

—¿Otrantes?
—Incluso otraño. Por eso lo digo ahora, porque si me he de guardar algo de lo que pienso prefiero que sea lo otro que pienso.

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El gatuperio en el bucle

6 comentarios:

  1. Es que no es lo mismo decir lo que se piensa que pensar lo que se dice...

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  2. Mmmm. A priori es conveniente pensar lo que se dice y a posteriori... que bueno sería poder decir siempre lo que se piensa!

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  3. Si, si... pero cuando menos piensas más adorable aleas

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  4. ¿Podrías, anónimo, aclararme en qué sentido usaste el verbo "alear"? Hay tantos...

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  5. Me encantan todas las posibilidades de alear y todos sus posibles sujetos...

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