viernes, 31 de julio de 2009

Conductualismo

El gatuperio es consciente de que cualquier camino lleva a algún sitio.

Y si alguno lleva a ninguna parte, lleva pues a su principio.

Otro, todavía, no se dará cuenta de que está mordiéndose la cola, como hacen los perros en furiosos corros consigos...

Y alguno, más allá, todavía creerá que la culpa no es suya.

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El gatuperio ducto

sábado, 25 de julio de 2009

Conócete a ti mismo

El gatuperio cree jújopemente que Naguib Mahfuz era un socrático convencido cuando resumió toda poesía afirmando que al leerla podía entender lo fácil y que se contentaba con seguir su ritmo cuando era difícil...

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El gatuperio marfuz

miércoles, 22 de julio de 2009

Gratulación de los tres porqués

Contigo, en este momento, el gatuperio se gratula de poderte decir muy claramente que todo aquello que tú le has tirado a la cara como un esfuerzo y un sacrificio, él ya lo tiene más que cumplido sin por ello haberlo pintado del color del quid pro quo.

Porque lo que para ti fue normal, para él pudo ser un martirio. Porque lo que tú reclamaste como sudado por tu esfuerzo, él ya lo había recogido durante la travesía de la esperanza de un futuro común. Porque cada vez que se te caía algo y desdeñabas su porvenir, él te remendaba el hatillo, te cosía los bolsillos y te cerraba las alforjas creyendo firmemente que lo siguiente podía ser tu propia soledad.

Y, pese a todo, finalmente cayó, y por ello nos gratulamos el uno con el otro.

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El gatuperio pasionado

lunes, 6 de julio de 2009

Mareaje


En este mar, la marea sube y baja. Si sube puede ahogar, pero también tragar. Si baja puede descubrir, sensu contrario: recordar.

Quiero que se trague todo lo que me gustaría que no se ahogara. Quiero que recuerde todo lo que no debe olvidarse, pero que no nos descubra nada.

A ratos emergen las cuadernas de un barco, costillares de un pecho en que ya no late ningún corazón. Me encantaría embarcarme en ellas para que la marea me llevara en su viaje, pero la cornamusa del miedo y la esperanza me atenaza, y sin llegar a saber miedo a qué o esperanza de qué, me veo amarrado mientras ella sube y baja...

Pleamar, bajamar...

Y entonces recuerdo dulcemente que su beso no cesa más que en las noches calmas en las que quiere que le haga un amor de vaivén.

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El gatuperio protomareal