Primaveral, marzo marcea. Todavía no han cambiado la hora. Es una tarde aguada como un último sorbo de licor de sobremesa.
—A veces unas cosas llevan a otras, pero ninguna me lleva a ti —sin respuesta, sigues—. Y En esa frase cabe tanto un nunca como un siempre.
—A veces unas cosas llevan a otras, pero ninguna me lleva a ti —sin respuesta, sigues—. Y En esa frase cabe tanto un nunca como un siempre.
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El gatuperio lapidario