jueves, 21 de junio de 2012

Saltos

Te enseñé a leer entre líneas. Y de tanto saltar entre renglones ya no me oyes. Y lo peor es que no tengo otra forma de decirte las cosas que no sea escríbirtelas aquí. ¿Será que no prediqué lo que hacía..?

—O que no hiciste lo que predicabas...

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El gatuperio sordo